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sábado, 19 de septiembre de 2015
miércoles, 19 de febrero de 2014
Reseña: Leal, de Veronica Roth
Autora: Veronica Roth
Traductora: Pilar Ramírez Tello
Género: Distopía juvenil
Editorial: Molino
Páginas: 496
La sociedad dividida en facciones en la que antes creía Tris Prior ha quedado hecha pedazos, fracturada por la violencia y las luchas de poder, y marcada por la pérdida y la traición. Así que cuando se le ofrece la oportunidad de explorar el mundo más allá de los límites que siempre ha conocido, Tris está más que dispuesta. Puede que, al otro lado de la valla, Tobias y ella descubran una nueva vida juntos más sencilla, libre de mentiras complicadas, lealtades confusas y recuerdos dolorosos. Sin embargo, la nueva realidad de Tris es aún más inquietante que la que ha dejado atrás. Lo que creían haber descubierto deja de tener sentido. Surgen verdades explosivas que hacen cambiar de opinión a sus seres queridos. Y, de nuevo, Tris lucha por comprender las complejidades de la naturaleza humana (y de su propia naturaleza) a la vez que se enfrenta a elecciones imposibles que tienen que ver con el valor, la lealtad, el sacrificio y el amor.
Esperaba la publicación de este libro desde hace medio año como agua de mayo, desde que leí el impactante final de Insurgente. Con lo muchísimo que me encantaron los dos primeros libros de la trilogía, las expectativas en cuanto al libro que supondría el broche final de la historia no eran precisamente bajas. Y, desgraciadamente, no ha cumplido con ellas: la historia sufre un giro de ciento ochenta grados con un nuevo planteamiento que puede llegar a ser inverosímil, una ausencia de explicaciones en cuanto a la nueva situación planteada y discusiones entre los protagonistas que carecen de sentido alguno. Vamos, que he aquí mi primera gran decepción literaria del año.
El libro comienza pocos días después de lo sucedido al final del libro anterior, tomando los protagonistas una decisión que cambiará el transcursos de sus vidas y su percepción de la vida que conocían hasta el momento. También aparecen en escena nuevos personajes que supuestamente deberían dar juego a la historia, aunque en mi opinión se quedan bastante cortos y son bastante planos.
Un cambio significativo se produce en cuanto a la narración, puesto que en este, a diferencia de los dos primeros, no solo conocemos la historia a través de Tris —personaje mejor desarrollado, a mi parecer—, sino que también somos testigos de la percepción de la situación según Cuatro. Sorprendentemente, la actitud que éste muestra en gran parte de los capítulos narrados desde su punto de vista me ha decepcionado sobremanera, en ocasiones teniendo la sensación de que el Cuatro de este libro no se correspondía con el de las dos primeras partes de la trilogía. Aunque en otros momentos sigue siendo el Cuatro de siempre, y hay capítulos narrados desde su punto de vista que son desgarradores y han conseguido hacerme llorar como si me fuera la vida en ello, cosa que escasos libros han conseguido. Y son precisamente esos capítulos los que, desde mi punto de vista, salvan la historia.El que para mí es el punto fuerte de este libro, en contra de lo que parece opinar la gran mayoría, es una escena que tiene lugar en la recta final, junto a la repercusión que ésta tiene posteriormente. Es algo que me ha encantado, pues me ha parecido algo muy emotivo y realista. Por lo demás, como creo que he dejado bien claro, este libro me ha parecido una grandísima decepción. Eso sí, tiene uno de los finales más emotivos que he leído y puedo afirmar con toda seguridad que pocos libros han conseguido conmoverme tanto como este.
Puntuación:
★★★
lunes, 17 de febrero de 2014
Reseña: La insoportable levedad del ser, de Milan Kundera
Título original: The Unbearable Lightness of Being
Autor: Milan Kundera
Traducción: Fernando Valenzuela
Género: Realista, drama
Editorial: Tusquets
Páginas: 336
Esta es una extraordinaria historia de amor, o sea de celos, de sexo, de traiciones, de muerte y también de las debilidades y paradojas de la vida cotidiana de dos parejas cuyos destinos se entrelazan irremediablemente. Guiado por la asombrosa capacidad de Milan Kundera de contar con cristalina claridad, el lector penetra fascinado en la trama compleja de actos y pensamientos que el autor va tejiendo con diabólica sabiduría en torno a sus personajes. Y el lector no puede sino terminar siendo el mismo personaje, cuando no todos a la vez. Y es que esta novela va dirigida al corazón, pero también a la cabeza del lector. En efecto, los celos de Teresa por Tomás, el terco amor de éste por ella opuesto a su irreflenable deseo de otras mujeres, el idealismo lírico y cursi de Franz, amante de Sabina, y la necesidad de ésta, amante también de Tomás, de perseguir incansable, una libertad que tan sólo la conduce a la insoportable levedad del ser, se convierten de simple anécdota en reflexión sobre problemas filosóficos que, afectan a cada uno directamente, cada día.
Esto no es una reseña, sino un intento de reseña, porque sé que me voy a quedar muy corta hablando de esta novela. Con una de las prosas más exquisitas con las que como lectora he tenido el placer de disfrutar hasta el momento, Milan Kundera nos adentra en una historia que, cargada de reflexiones filosóficas fundamentadas en la dicotomía entre la levedad y el peso, nos presenta unos protagonistas muy complejos a nivel psicológico: Tomás, Teresa, Sabina y Franz.
Tomás es un completo casanova que se enamora de Teresa, aunque ese amor no es suficiente para que abandone sus prácticas sexuales con otras mujeres. En él encontramos la infidelidad en todo su esplendor, aunque diferencia entre hacer el amor con una mujer y dormir con una mujer. Teresa, por otra parte, representa la fragilidad y es el personaje con el que más he empatizado. Vive atormentada por su pasado y por los celos que siente ante las continuas infidelidades de Tomás.
"Tomás no se daba cuenta en aquella ocasión de que las metáforas son peligrosas. Con las metáforas no se juega. El amor puede surgir de una sola metáfora."
Sabina es una bohemia, amante de Tomás, que escapa de las ataduras y cuya gran meta en la vida es alcanzar la libertad. Franz, por su parte, representa todo lo contrario que la pintora: se aferra al peso y no a levedad, en contraposición a Sabina. Son dos polos opuestos que se atraen, con unas diferencias insalvables que convierten en peculiar la relación que mantienen. Desde mi punto de vista, a diferencia de Tomás y Teresa, Sabina y Franz no parecen estar interesados en luchar por salvaguardar su relación, se rinden con demasiada facilidad. En ese sentido, creo que son los personajes que mejor representan la dualidad existente entre la levedad y el peso.
"No hay nada más pesado que la compasión. Ni siquiera el propio dolor es tan pesado como el dolor sentido con alguien, por alguien, para alguien, multiplicado por la imaginación, prolongado en mil ecos."
El contexto histórico y político también es determinante en el transcurso de la historia. Gran parte de la novela tiene lugar en Praga a finales de los años sesenta, en una época marcada por la guerra y períodos políticos tan significativos como la Primavera de Praga, aunque también hay escenarios como Zurich, Estados Unidos o Vietnam, entre otras ciudades. Además, en esta novela Kundera critica fuertemente el totalitarismo del comunismo soviético durante la Guerra Fría.
En definitiva, La insoportable levedad del ser es una novela muy, muy especial. Con un desarrollo magnífico en cuanto a la psicología de unos personajes elaborados con gran maestría, el autor nos presenta temas tales como el amor, los celos, el erotismo o la infidelidad, todo ello con multitud de reflexiones filosóficas sobre la levedad y el peso, y una crítica hacia el comunismo soviético. Sin duda alguna, esta obra maestra ha sido una de mis mejores lecturas del año pasado y se ha convertido en uno libro imprescindible para mí.
Puntuación:
★★★★★
domingo, 9 de febrero de 2014
Reseña: Insurgente, de Veronica Roth
Autora: Veronica Roth
Traductora: Pilar Ramírez Tello
Género: Distopía juvenil
Editorial: Molino
Páginas: 464
Una sola opción puede transformarte, o te puede destruir, pero siempre tiene consecuencias. Con la oleada de disturbios en las distintas facciones, Tris deberá asegurarse de proteger a los que ama, mientras se enfrenta a inquietantes preguntas sobre la culpabilidad, el perdón, la identidad, la lealtad, la política y el amor. El día de la iniciación de Tris debería haber sido una celebración de la facción elegida, en cambio, el día terminó con un gran problema. El conflicto entre las facciones se intensifica y las ideologías se enfrentan. En tiempos de guerra, se eligen líderes y los secretos afloran cada decisión tiene mayores consecuencias más potentes.
Después de haber leído Divergente, pensaba que los siguientes títulos de esta trilogía no podrían gustarme más que el primero, pero me equivocaba. Insurgente vuelve a contar con todos los puntos fuertes del primer libro, además de con un sinfín de escenas sorprendentes y con un ritmo trepidante que me encandilaron desde el principio.
El final del primer libro supuso un antes y un después para Tris, que comenzará a darlo todo por la causa, aunque con ello arriesgue su vida en más de una ocasión. En ese sentido, aunque sigue muy en la línea de Divergente, nos encontramos con que en este libro, de nuevo contado desde de el punto de vista de Tris, la protagonista se muestra mucho más decidida, en ocasiones actuando antes que pensando fríamente en lo que está a punto de hacer. Todo lo contrario sucede con Cuatro, que es mucho más precavido y que estará pendiente de ella en todo momento. El resto de personajes secundarios, tanto los presentes en el primer libro como los que aparecen en este, se desarrollan correctamente y algunos incluso serán muy relevante en la trama de la historia.Uno de los puntos fuertes de esta nueva entrega es su gran abanico de personajes, mucho más amplio que en el anterior, así como que conocemos en mayor profundidad las diversas facciones en las que se encuentra dividida la sociedad. Como mencioné al principio, el ritmo es trepidante, y las escenas de acción y las sorpresas se suceden unas tras otras. Quizá el único aspecto negativo lo encuentro de cara al final, pues me he quedado con la sensación de que se resuelve la situación de una manera muy repentina y se perdonan algunas cosas demasiado rápido.
En definitiva, Insurgente me ha encantado, con dosis de acción, misterio y amor esta segunda parte ha conseguido superar a la primera. Además, el final es muy impactante, descubriéndose parte del misterio y dejando incógnitas cuya resolución espero encontrar en el último libro de la trilogía, Leal.
Puntuación:
★★★★1/2
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